En Haití, TSF lleva a cabo un programa centrado principalmente en la educación y el desarrollo comunitario, incluyendo el emprendimiento, la salud, la resiliencia climática y el acceso al agua potable.
El equipo local, compuesto por unos 50 empleados, promueve la sinergia entre los distintos lugares de intervención para llevar a cabo iniciativas que aprovechen la fuerza de los jóvenes y la proximidad con la población.
Este enfoque, que apunta tanto a la emancipación de los beneficiarios como de los socios, favorece el desarrollo de los medios en que viven las personas más vulnerables.