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EL BLOG DE CAMILO

Camilo Sebastián Gutierrez Ludeña
Encargado de proyectos
TSF – Bolivia

¿Y si la tierra pudiera enseñarnos a incluir? 

En Bolivia, el número de personas con discapacidad ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Entre 2014 y 2021, las personas registradas en el Sistema de Información del Programa de Registro Único Nacional de Personas con Discapacidad (SIPRUNPCD) aumentaron de 53.147 a 100.218, lo que representa un incremento promedio anual del 9,6%.

Este porcentaje engloba todos los tipos de discapacidad reconocidos por el sistema oficial de registro del país (UDAPE, 2022). Este notable aumento resalta la necesidad urgente de implementar políticas y proyectos inclusivos que respondan a las diversas realidades y necesidades de esta población.   
 
En este contexto, en el municipio de Jesús de Machaca, niñas, niños y jóvenes con diferentes tipos de discapacidad serán los protagonistas de un proyecto que va mucho más allá de sembrar plantas: sembrará también dignidad, autonomía y comunidad. 
 
¿Y si la tierra pudiera enseñarnos a incluir? 

Cuando hablamos de inclusión, muchas veces la reducimos a conceptos abstractos. Pero en este proyecto, liderado por Terre Sans Frontières (TSF) con el apoyo de la Fundación Louise Grenier, la inclusión toma forma concreta: cinco carpas solares y un vivero han comenzado a reconstruirse con la participación de padres, madres y autoridades locales. No se trata solo de infraestructura, sino de crear un entorno accesible y cálido, donde las niñas, niños y jóvenes con discapacidad puedan aprender, compartir y crecer al ritmo de la naturaleza. 
 
Buenas prácticas que germinan 

La metodología es sencilla, pero poderosa: combinar saberes locales sobre agricultura con una pedagogía adaptada e inclusiva. Las madres y padres no solo colaboran en la reconstrucción de las carpas solares, sino que guían el proceso de manejo de la tierra, compartiendo sus conocimientos. Esta transmisión intergeneracional fortalece vínculos familiares y, sobre todo, refuerza la autoestima y el sentido de pertenencia de los jóvenes participantes. 
 
Además, el trabajo con la tierra tiene un valor terapéutico: fomenta el desarrollo motriz, mejora la concentración y potencia habilidades sociales. Es una actividad completa que promueve autonomía y bienestar emocional. 
 
Esta práctica, además, encuentra respaldo en la literatura académica. Un artículo del Centro Petrie-Flom de la Facultad de Derecho de Harvard, titulado “Justicia Climática Inclusiva para la Discapacidad a Través de la Agroforestería”, analiza cómo la agroforestería puede ser una vía concreta para promover los derechos humanos de las personas con discapacidad, especialmente en contextos rurales. El artículo resalta que esta actividad agrícola ofrece una amplia variedad de tareas y requiere conocimientos diversos, lo que permite la participación efectiva de personas con distintos tipos de discapacidad.

Desde la siembra hasta la comercialización, se necesitan habilidades físicas, cognitivas, técnicas y sociales, lo que abre un abanico real de oportunidades inclusivas. El texto también subraya que para que esta inclusión sea efectiva, es necesario derribar barreras estructurales como los prejuicios sociales, la falta de acceso a la tierra y al financiamiento, y la ausencia de capacitación adecuada (Petrie-Flom Center, 2023).

Estos son justamente aspectos que este proyecto en Jesús de Machaca busca abordar desde su planificación. 

Comunidad, sostenibilidad y compromiso 

Gracias al respaldo de las autoridades del municipio de Jesús de Machaca, el proyecto cuenta con un terreno y una infraestructura ya construida, lo cual facilita su implementación. Este tipo de cooperación entre instituciones, comunidad y cooperación internacional demuestra que cuando se trabaja en conjunto, se pueden generar cambios reales y sostenibles. 
 
Además, TSF está comprometido no solo con la producción agrícola inclusiva de alimentos orgánicos y ricos en nutrientes, sino también con el acompañamiento en la transformación de los alimentos producidos, la generación de espacios y actividades amigables con el ambiente, como la implementación de compostaje, la promoción de las 3Rs (reducir, reutilizar y reciclar), y la gestión responsable del agua.

Todas estas acciones apuntan a un mismo fin: empoderar a las y los jóvenes con discapacidad desde un enfoque integral y sustentable. 
 
Más allá de su impacto educativo y social, este proyecto también representa una oportunidad para generar ingresos económicos para las familias beneficiarias. La venta de productos agrícolas y sus derivados puede convertirse en una fuente de autonomía financiera, abriendo caminos hacia una vida más digna e independiente, además de promocionar una mejor nutrición para la población. 
 
Sembrar inclusión, cosechar transformación 

Este proyecto no solo cultiva plantas: cultiva respeto, empatía y comunidad. Nos invita a preguntarnos: ¿qué pasaría si en cada municipio existiera un espacio así? ¿Cuántas vidas podrían florecer? 
 
La inclusión debe dejar de ser una promesa y convertirse en una práctica diaria, tangible. En Jesús de Machaca, esa práctica ya está echando raíces. 

Referencias del texto :
Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE). (2022). Personas con discapacidad registradas por año, Bolivia, 2014-2021. Dossier Estadístico. Recuperado de https://www.udape.gob.bo 
 
Petrie-Flom Center. (2023, September 18). Inclusive Disability Climate Justice Through Agroforestry. Harvard Law School. Recuperado de https://blog.petrieflom.law.harvard.edu/2023/09/18/inclusive-disability-climate-justice-through-agroforestry