Une refugiada convertida en panadera
Soy la Sra. Justine Ngbeda, refugiada centroafricana residente en el centro de Bondo, en la República Democrática del Congo. Vivo con mi marido y nuestros cinco hijos.
Cuando llegamos a Bondo, no teníamos absolutamente nada y era difícil satisfacer nuestras necesidades básicas. Como refugiados, no teníamos tierras que cultivar y era muy difícil encontrar alimentos para los niños y vestirlos.
En 2020, sin embargo, fui seleccionada por Terre Sans Frontières (TSF) para recibir formación sobre la fabricación de pan y la gestión de una panadería. Después del entrenamiento, TSF me dio harina, sal, bandejas, aceite y un horno para que pudiera hacer pan. Hoy en día, nuestras condiciones de vida familiar han mejorado notablemente. Producimos más de 525 panes por semana, lo que genera un ingreso semanal de 525.000 Fc (335$ CAD). Nuestros cinco hijos comen tres veces al día, están bien vestidos y pueden recibir atención médica. Estoy muy agradecida a TSF por su generosidad y su excelente formación empresarial.
En un futuro próximo, tengo la intención de financiar yo mismo la construcción de un segundo horno para ampliar mis actividades y dar empleo a otras personas, sobre todo a las jóvenes desescolarizadas.