Camilo Sebastián Gutierrez Ludeña
La Paz, Bolivia
La cooperación voluntaria de TSF: Transformando vidas y comunidades en Bolivia
Desde el año 2014, TSF (Terre Sans Frontières) ha trabajado incansablemente en Bolivia, dejando huellas profundas y significativas en las comunidades donde opera. Una de sus actividades más emblemáticas y vigentes es el de la cooperación voluntaria, una iniciativa que conecta profesionales internacionales con especialistas locales para fortalecer sus capacidades y mejorar la calidad de vida de las personas en las áreas de salud, emprendimiento y seguridad alimentaria.
¿Cómo funciona este modelo de cooperación?
Desde TSF Canadá, se seleccionan voluntarios altamente calificados en diversas disciplinas, por ejemplo: fisioterapia, odontología, optometría, agronomía, etc., quienes llegan a Bolivia con un objetivo claro: capacitar a profesionales locales a través de un enfoque de profesional a profesional.
El primer paso es identificar las necesidades específicas de las comunidades donde TSF interviene. Con base en estas necesidades, se diseñan programas detallados llamados “mandatos”. Estos programas no solo definen las actividades formativas que los voluntarios desarrollarán, sino que también garantizan que el enfoque no sea una solución puntual o aislada, sino una estrategia sostenible y colaborativa.
Más allá de soluciones a corto plazo
El verdadero impacto de este trabajo radica en el intercambio de conocimientos. Los voluntarios trabajan codo a codo con los profesionales locales, directamente en situaciones de campo, como en centros de salud, hospitales, gabinetes o incluso comunidades rurales. Durante este proceso, todos aprenden y enriquecen su experiencia, consolidando un equipo donde se comparten herramientas y habilidades prácticas.
Este enfoque no solo beneficia a un caso individual, sino que empodera a los profesionales locales para enfrentar futuros desafíos con mayor autonomía y confianza. El conocimiento compartido por los cooperantes se convierte en una herramienta permanente para la comunidad, multiplicando el impacto de cada voluntario.
Un ejemplo que inspira: Pascale Brouillette y el poder de la empatía
Un ejemplo conmovedor de este impacto es el caso de Pascale Brouillette, una fisioterapeuta canadiense que llegó a Bolivia en 2022 para realizar un mandato exploratorio. Durante su estadía, Pascale identificó una necesidad urgente: la falta de métodos de terapia para niños y jóvenes con discapacidades físicas motoras en el altiplano.
Motivada por esta realidad, Pascale no se limitó a realizar observaciones. Durante dos años, lideró una campaña para recolectar equipos especializados de fisioterapia que, junto con el apoyo de TSF, están transformando la calidad de vida de muchas personas con discapacidad en la región. Pero su aporte no terminó ahí. Pascale trabajó mano a mano con profesionales locales, enseñándoles que el impacto de la medicina va mucho más allá del consultorio.
Con su ejemplo, demostró que el cariño y la dedicación en el trabajo marcan una diferencia profunda en la vida de las personas. Su legado no solo reside en los equipos que donó, sino en la mentalidad y el corazón con los que inspiró a los profesionales locales a abordar su labor con mayor humanidad y compromiso.
¿Es realmente relevante la cooperación voluntaria?
La respuesta es un rotundo sí. TSF Bolivia demuestra, a través de su trabajo en el altiplano paceño, que la cooperación voluntaria que no solo es relevante, sino esencial. Su impacto trasciende lo técnico, mejorando el conocimiento y las habilidades de los profesionales locales, y sembrando esperanza en comunidades que enfrentan desafíos significativos.
Gracias a iniciativas como esta, TSF no solo ayuda a solucionar problemas inmediatos, sino que también contribuye a construir un futuro más sólido y resiliente para Bolivia. La cooperación voluntaria no es una solución mágica, pero sí una poderosa herramienta de transformación sostenible.