TSF lleva más de cuarenta años trabajando en el campo del desarrollo internacional. En sus inicios y hasta hace poco, la organización financiaba con fondos públicos a más de 200 socios en una veintena de países.
En los últimos diez años, el modelo organizativo de TSF ha evolucionado enormemente. Por razones de eficacia, nos hemos reposicionado de dos maneras principales:
1. hemos pasado de los microproyectos a una programación más global basada en tres pilares de intervención: desarrollo sostenible, ayuda humanitaria y cooperación voluntaria;
2. también hemos cambiado nuestro proceso de gestión, pasando de un desarrollo indirecto a cargo de un gran número de socios de ejecución a un proceso de gestión directa del desarrollo. Esto significa que ahora operamos con oficinas sobre el terreno y un equipo local cualificado en siete países.
En nuestra opinión, este cambio nos permite responder más adecuadamente a las necesidades reales de las poblaciones locales a las que servimos.
Este modelo nos ha permitido diversificar rápidamente nuestras fuentes de financiación y cumplir mejor sus exigentes normas de buena gobernanza y rendición de cuentas.
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