Atención prioritaria de la salud materna y neonatal

A pesar de los numerosos progresos realizados en todo el mundo durante el último decenio, las Naciones Unidas evalúan que una mujer embarazada o un recién nacido muere cada 11 segundos. Un informe publicado por UNICEF revela que las complicaciones relacionadas con el embarazo son la principal causa de muerte entre las niñas de 15 a 19 años. La mejora de la salud materno infantil constituye un reto prioritario de salud pública, a la cual TSF presta cada vez más atención.

En Tanzania, donde el 27% de las mujeres tienen su primer hijo antes de los 18 años, según UNICEF (2015), TSF participa en dos proyectos para mejorar los servicios y la atención de la salud materna y neonatal para mujeres y adolescentes.

Centro de salud de Neema
Con el apoyo de la Fundación Louise-Grenier, un proyecto ha llevado a la restauración del departamento de salud materna y neonatal del centro de salud de Neema (pintura, ventana, inodoro, lavabo) y a su equipamiento (máquina de ultrasonido, incubadora, aspiradora vaginal, sábanas de maternidad, etc.).

También se ofrecieron cursos de formación para reforzar la capacidad de los agentes sanitarios en el ámbito de la atención obstétrica y pediátrica de urgencia. También se presentaron actividades de sensibilización a jóvenes adolescentes y mujeres sobre temas como el matrimonio, los embarazos precoces, el VIH/SIDA, las enfermedades de transmisión sexual, la violencia sexual y la igualdad de género. También se ha sensibilizado a las mujeres en edad de procrear sobre la importancia de las visitas prenatales y postnatales, la higiene, la alimentación y la planificación familiar.

Hospital de Huruma
Por otra parte, en la región de Kilimanjaro se llevó a cabo un proyecto apoyado por la Fundación Internacional Roncalli para mejorar el departamento de salud materna del hospital de Huruma, que atiende a una población pobre y aislada de más de 330.000 personas a través de sus cuatro centros de salud y sus 43 dispensarios.
El objetivo inicial del proyecto era restaurar el edificio de maternidad del hospital y equipar la sala de maternidad con camas de parto, una incubadora, un monitor fetal, sillas de ruedas y camillas.

“La sala de trabajo ahora está protegida contra el moho, el polvo y las moscas. Y los nuevos equipos permiten que el trabajo del personal sea mucho más eficaz, al tiempo que garantizan un mejor seguimiento y una mayor seguridad a las madres y los niños”, se regocija Matilda Kavishe, una empleada senior de la maternidad del hospital de Huruma, donde alrededor de 2500 mujeres dan a luz anualmente.

Otra parte del proyecto tenía por objeto proteger del COVID-19 al personal y a las mujeres que dan a luz proporcionando el equipo adecuado, formando al personal médico en las medidas de prevención y sensibilizando a los pacientes del hospital.